La estructura de una canción es algo fundamental en cualquier obra musical, ya que es responsable de darle el ritmo, la sensación de continuidad y coherencia en la melodía. Por lo general, una canción se construye a partir de varias secciones que se unen de manera orgánica, cada una con un propósito y en una determinada posición dentro de la estructura general.

La introducción es la primera sección de una canción, esta es la encargada de crear la atmósfera y el ambiente que se quiere transmitir en la música. Es común que esta introducción sea instrumental, sin letra, pero no tiene por qué ser así. Como ejemplo, tenemos la canción “Hotel California” de The Eagles, cuya introducción comienza con un solo de guitarra muy reconocido y recordado.

La estrofa es la siguiente sección en aparecer, y usualmente tiene letra en ella. Este es el momento donde se cuenta la historia, y se desarrollan las principales ideas o emociones que se quieren transmitir. Ejemplos de estrofas incluyen la canción “Imagine” de John Lennon, en la que el mensaje de la letra es uno de esperanza y solidaridad.

El estribillo es la sección de la canción que se repite varias veces, y es un momento clave en la estructura, ya que suele ser la parte más pegadiza y la que se queda en la mente de las personas. Un ejemplo es el estribillo de la canción “Livin’ On a Prayer” de Bon Jovi, donde se repite “Woah, we're halfway there, woah, livin' on a prayer”.

Después del estribillo llega el puente, que es la sección que normalmente sirve para aliviar un poco la tensión antes de dar el golpe final en la canción. Un buen ejemplo de puente se encuentra en la canción “Don't Stop Believin’” de Journey, que cuando llega la sección de los coros se relaja un poco la melodía.

Por último, tenemos la coda, esta es la sección final de la canción, que es similar a la introducción y sirve para cerrar la obra. Un ejemplo de coda es “Hey Jude” de The Beatles, en la cual la banda repite la letra varias veces, creando un efecto de colaboración con el público.

En conclusión, cada sección de una canción tiene un propósito, que se une para darle coherencia al conjunto. Saber cómo se construye una canción es fundamental para poder crear una obra de calidad y significativa, así como entender mejor la música que escuchamos a diario.