La danza es una forma de arte que se expresa mediante el movimiento del cuerpo en relación con la música. En ella, se incorporan diversas figuras musicales que contribuyen a la creación de la coreografía. Las 7 figuras musicales son un conjunto de pasos que aportan variedad y ritmo a la danza.

La primera figura musical es el pas de bourée, un paso de tres tiempos que se utiliza principalmente en la danza clásica y contemporánea. Se ejecuta con un movimiento lateral del pie que queda detrás, seguido por un desplazamiento hacia adelante del otro pie y, finalmente, una vuelta hacia el primer pie.

El pas de chat es otra figura musical popular en la danza clásica. Se caracteriza por un salto corto seguido de un aterrizaje en posición de plié, con un movimiento rápido de los pies que simulan la pisada de un gato. Es un paso ágil y ligero que se utiliza para expresar elegancia y destreza.

El chassé es una figura musical que se utiliza en diversos géneros de danza, desde el ballet hasta la salsa. Es un paso básico que implica un desplazamiento lateral de un pie, seguido de un salto del otro pie para llegar al primer pie. Es un paso rápido y fluido que ayuda a enlazar otros pasos de la coreografía.

La pirueta es una figura musical que implica una rotación del cuerpo alrededor de un eje vertical. Se utiliza para expresar velocidad y fuerza, especialmente en la danza acrobática y contemporánea. Existen diversas variantes de la pirueta, desde la simple hasta la doble o triple pirueta, que requieren mayor habilidad y técnica.

Otra figura musical importante es el grand jeté, un paso de salto que se utiliza en la danza clásica y contemporánea. Consiste en un movimiento de impulso que lleva al bailarín a saltar en el aire, extendiendo las piernas hacia delante y atrás antes de aterrizar en posición de plié. Es un paso espectacular que aporta dramatismo y emoción a la coreografía.

El pas de deux es una figura musical que involucra la participación de dos bailarines en pareja. Se utiliza en el ballet clásico y contemporáneo para expresar la unión y la armonía entre los dos bailarines. Consiste en una serie de figuras que se ejecutan sincronizadamente, desde los levantamientos hasta los adagios y las piruetas en pareja.

Finalmente, el piqué es una figura musical que se utiliza en la danza clásica y contemporánea. Implica un movimiento rápido de los pies que se utilizan para marcar el compás de la música. Es un paso que requiere precisión y técnica, y se utiliza para añadir un ritmo percusivo a la coreografía.

En resumen, las 7 figuras musicales son una herramienta fundamental para la creación de la danza. A través de la incorporación de estas figuras en la coreografía, se logra una dinámica emotiva y estética que aporta profundidad y significado a la expresión artística.