Cómo identificar los dominantes secundarios: una guía

Los acordes dominantes secundarios son elementos fundamentales en la teoría musical, y su correcta identificación es fundamental para poder tocar cualquier pieza musical. En términos simples, los dominantes secundarios son acordes que se crean a partir de una nota que no es la tónica de la tonalidad. Por lo tanto, saber cómo identificarlos es crucial para entender la armonía de la música.

Lo primero que debemos hacer para identificar los dominantes secundarios es buscar la nota a partir de la cual se crean. Esta nota puede estar en la melodía o en la armonía, y su función es crear un acorde de séptima que resuelva en el acorde siguiente. Por ejemplo, si estamos en la tonalidad de Do mayor, el acorde de dominante principal es Sol7. Sin embargo, si encontramos una nota en la canción que no es Sol pero se convierte en el acorde de dominante, entonces ese será el dominante secundario.

Una clave importante para identificar los dominantes secundarios es entender su función armónica. Estos acordes se utilizan a menudo como una forma de cambiar la tonalidad temporalmente y crear tensión, lo que los hace muy poderosos. En la mayoría de los casos, los dominantes secundarios resuelven en el acorde subsiguiente de la tonalidad principal y ofrecen una sensación de movimiento en la música.

Es común encontrar los dominantes secundarios en la música clásica y jazz. En la música clásica, se usan generalmente para darle más tensión, crear una sensación de drama y ofrecer una forma de transición a otra sección. En el jazz, los dominantes secundarios se utilizan a menudo para crear tensiones armónicas que dan lugar a solos y arreglos más complejos.

Otra clave para identificar los dominantes secundarios es conocer las notas de los acordes. Los acordes de dominante secundarios son esencialmente acordes de séptima, lo que significa que están compuestos por una tónica, una tercera mayor, una quinta disminuida y una séptima menor. Saber cómo se compone un acorde de séptima menor y sus inversiones es esencial para poder reconocerlos en una canción.

En resumen, la identificación de los dominantes secundarios es un proceso esencial para cualquier músico que desee comprender la teoría musical. Para hacerlo, hay que buscar la nota a partir de la cual se crea el acorde, entender su función armónica, conocer las notas de los acordes y, en general, tener una buena comprensión de la armonía musical. Con estas herramientas, cualquier músico podrá identificar los dominantes secundarios en una canción y usarlos en su propia música de manera efectiva.

¿Cómo identificar dominantes secundarias?

Identificar las dominantes secundarias es fundamental para la interpretación y composición de música. Una dominante secundaria es un acorde que funciona como dominante de otro acorde que no es su tónica. Es decir, se utiliza para crear una progresión armónica más interesante.

Uno de los métodos más comunes para identificar una dominante secundaria es buscar un acorde que no pertenece a la tonalidad principal de la canción, pero que funciona temporalmente como dominante de otro acorde. Por ejemplo, en una canción en tonalidad de Do mayor, el acorde de Sol se considera una dominante secundaria del acorde de Fa.

Otro método para identificar una dominante secundaria es observar la relación entre los acordes. Las dominantes secundarias generalmente se encuentran a una quinta o una cuarta disminuida del acorde que se está dominando. Por lo tanto, si un acorde está dominando a otro que es un intervalo de quinta ascendente, es probable que haya una dominante secundaria presente.

En resumen, la identificación de dominantes secundarias es esencial para crear progresiones armónicas interesantes y complejas. Se puede hacer por medio de búsqueda de acordes que no pertenecen a la tonalidad principal o mediante la observación de la relación entre los acordes. Con estos métodos, podrás identificar dominantes secundarias para enriquecer tus composiciones musicales.

¿Qué escalas se usan en los dominantes secundarios?

Los dominantes secundarios son acordes que se utilizan para crear una progresión armónica compleja en la música tonal. Cuando se utiliza un dominante secundario, se crea una tensión armónica temporal que resuelve en la próxima tonalidad. Para que la resolución sea efectiva, es importante saber qué escalas se pueden usar en los dominantes secundarios.

Una de las escalas más frecuentes en los dominantes secundarios es la escala menor armónica. Esta escala es adecuada para crear una sensación de tensión y movimiento en la armonía, lo que hace que la resolución sea mucho más satisfactoria en la tonalidad siguiente. En una progresión de acordes, se podría utilizar un dominante secundario de G7 en el acorde de C. En este caso, la escala menor armónica de G sería una buena opción para añadir tensión y crear una resolución satisfactoria.

Otra opción para usar en los dominantes secundarios es la escala menor melódica. Esta escala se caracteriza por tener una estructura poco común y una sonoridad muy interesante. En una progresión de acordes, se podría utilizar un dominante secundario de B7 en el acorde de Em. En este caso, la escala menor melódica de B sería una buena opción para crear un contraste armónico y un color musical muy particular.

Por último, la escala mixolidia también es una opción interesante para utilizar en los dominantes secundarios. Esta escala tiene una sonoridad muy bluesy y funky, y es perfecta para añadir un poco de sabor a una progresión armónica. En una progresión de acordes, se podría utilizar un dominante secundario de A7 en el acorde de D. En este caso, la escala mixolidia de A sería una buena opción para crear una sensación de tensión y un groove muy interesante.

¿Qué grados son dominantes?

La música se compone de diferentes notas y acordes, los cuales se organizan en escalas y tonalidades. En cada tonalidad existe una nota principal o "tónica", que es la que le da su nombre y alrededor de la cual giran el resto de las notas. De las diferentes notas que componen una tonalidad, existen algunas que tienen una mayor tendencia a dirigir la melodía hacia la tónica, estas son conocidas como grados dominantes.

La dominante es el quinto grado de la escala, es decir, la nota que se encuentra a una distancia de 5 notas de la tónica. Por ejemplo, en la tonalidad de Do Mayor, la nota dominante sería Sol. En la música, la dominante se utiliza para crear tensión y preparar el oído para la resolución del acorde en la tónica.

Además de la dominante, existen otros grados que también tienen cierta tendencia a dirigir la melodía hacia la tónica, como la subdominante (cuarto grado) y el séptimo grado. Estos grados también se utilizan para crear tensión y variedad en la música.